“Construimos con Jesús un mundo nuevo”
Introducción
Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos,
pues para él todos viven… (Lc)
¡Apreciada juventud! En especial juventud Legariana- macreyista,
aquí les presentamos una propuesta de oración en especial para un día de retiro
o como materia de oración para cualquier momento.
Para los ‘retiros cortos’ siempre disponemos de muy poco tiempo y
a veces pudiéramos hacerlos con ‘cierto afán’… Ojalá nos dispusiésemos a que,
aunque sea breve pero densamente, podamos encontrarnos con Dios Nuestro Señor…
No dudo que siempre lo hacemos en nuestra oración personal, nuestro examen, eucaristías
y encuentros mutuamente edificantes… El retiro en común es la ocasión de poner
nuestros corazones en sintonía con el del Dios Mayor y con los de nuestros
hermanos que están en la misma actividad interior…
Para esta ocasión quisiera que tengamos presentes varias cosas. A
lo mejor puede sonar a ‘mucha materia’ y es verdad[1]. Creo que para este primer
trimestre no podemos perder de vista el conjunto en su globalidad –
complejidad…
Como los hijos menores de las Esclavas de Cristo Rey sin perder el
ímpetu propio de nuestra juventud tenemos frente a nosotros el ancho mundo que
nos desborda, asombra, invita y espera… Quizás éste, retiro, no tenga materia
definida. Por ello les presento unas pistas y un eje transversal (+ unos
insumos)
Pistas (tres a tener presentes)
- Nuestro mundo universal y local: avances, retrocesos, crisis, problemas; autoridades/gobernabilidad cuestionadas; ataques terroristas, choque de religiones, guerra (s)… las campaña electoral que se avecina en nuestro país.
- Nuestra familia religiosa (Esclavas
de Cristo Rey en el mundo) que se dispone a buscar y hallar lo que Dios
(nos) pide/clama desde los de abajo, desde la creación que está herida,
desde nuestro mundo confundido…
- Nuestra familia religiosa en
Venezuela que se regocija en celebrar los 100 años de su fundación en
aquel ya lejano 1916 -51 en tierra Venezolana - esta Venezuela que nos
toca seguir construyendo…
La esperanza del Adviento como eje transversal de este tiempo
… tuve una visión nocturna: Vi a alguien semejante a
un hijo de hombre… (Ap)
El Adviento, como bien sabemos, es un tiempo que la comunidad de
la Iglesia ha propuesto a los cristianos para hacer memoria del misterio de la Encarnación.
Momento que requiere de una preparación – disposición interna y externa.
Por ello no podemos subestimar esta propuesta (y menos, dada nuestra condición
como jóvenes líderes cristianos). Es un tiempo corto de apenas veinticuatro
(24) días, que se nos puede pasar por alto y no aprovechar su inmensa riqueza.
La propuesta está orientada desde el DISCERNIMIENTO. Una espera
(activamente esperanzada) que está en constante búsqueda de la Voluntad
de Dios.
Nuestra Esperanza ¿cómo está, dónde y cómo se expresa?
Si vemos la situación del país[2] y la gente en general:
ideal para una composición de lugar propia de los EE.EE (103 – 108) se
evidencia una descomposición tal que se expresa en apatía, agresividad,
división, desinterés, mínimos, mediocridad,
confusión, caos, anomia, anarquía, etc… También (quizás menos evidente o menos ruidoso) lo contrario: deseos,
actitudes, excelencia y acciones concretas que hacen contrapeso, humanizan y
ayudan a crecer…
Nosotros/as jóvenes no escapamos a ello, no estamos exentos ni
somos inmunes a esa vorágine actual en su más cruda versión…
Nuestro Adviento[3] (para que sea Buena Noticia, Evangelio para otros representados en
nuestra gente, nuestros jóvenes, etc.) tiene que ir al fondo del corazón
para palpar los diversos espíritus
que se mueven o se debaten en él… Revisando actitudes profundas, afectos, gustos,
afinidades, intereses; la comunidad (encuentros semanales), los hermanos con
los que hago vida – relacionalidad cada semana, en cada encuentro (filias – fobias);
Y esto sólo se puede hacer – abordar si hay un ambiente de oración
en fidelidad, una asiduidad al examen de conciencia, en una contemplación
afectuosa/afectiva de nuestro Señor que
se encarna para hacer redención del género humano; en un ir a las Fuentes
de nuestro Patrimonio Espiritual (EE.EE, Vida
de Pedro Legaria, Manual del MACREY etc.);
Se logra si hay un serio, honesto y respetuoso compartir de aquello que nos
mueve (mociones) desde lo profundo y
que está en constante proceso de verificación en la realidad concreta…
Ante todo esto, ¿cuáles son las llamadas que Dios me hace personalmente
y como juventud legariana en este
tiempo?
Adiciones[4]
·
Les invito a que como en los
EE.EE dispongamos de algunas adiciones que primeramente sean puestas a
funcionar por cada uno como mejor le convenga. Fijarse en María que es
presentada en la liturgia como poniéndose a la orden, con su Sí, para que
acontezca la Encarnación; o fijándose en Jesús que se presenta como un Rey
contradictorio: juzgado por Poncio Pilato… pobre y humillado…
Insumos que pueden ayudar a la oración:
+ Lecturas[5] del sábado 21-NOVIEMBRE
y/o domingo 22 correspondientes a las festividades de La Presentación de la
Santísima Virgen María (1Mac 6, 1 – 13; Sal 9; Lc 20, 27 – 40) y Cristo
Rey (Dn 7, 14 – 14; Sal 92; Ap 1, 5 – 8; Jn 18, 33 – 37). Ambas son
antesala que nos disponen a vivir el Adviento con sus protagonistas María y
Jesús…
++ Lo que habita nuestro
corazón…
[1] Cada quien escoja, luego de repasar todo,
aquello donde Dios le mueve en su interior y el resto pueda ser materia para la
oración personal en otro momento…
[2]
Como momento histórico – social interesante que pone a prueba nuestra
esperanza…
[3]
Los tiempos litúrgicos nos ofrecen la posibilidad de conectar con procesos y a
la vez estar en sintonía con le Pueblo de Dios…
[4] Recordemos que las Adiciones son unas ayudas complementarias que aparecen
en los EE.EE.
[5] Los Evangelios nos van introduciendo a lo que supone el misterio
y la venida del Enmanuel (Dios – con – nosotros)…
[6] Angela Carrera Mejía ecr. (2012). Experiencia de los
Ejercicios Espirituales en D.Pedro Legaria. Burlada ( Navarra): Esclavas de
Cristo Rey.
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