Krónos
Cada inicio de año civil y/o escolar,tiempo litúrgico que orienta la actividad de una localidad macreyista, va representando un cambio fuerte.
Aunque sea un solo nuevo miembro, cambian las dinámicas, percepciones … lo que no se muda, si no que permanece, se
transforma y re adapta es el Espíritu.
De aquí a fin de año escolar, que faltan apenas seis meses, nos
vamos encontrando con la cotidianidad: los estudios, nuestras actividades pastorales, los encuentros semanales, etc. El krónos se
vuelve, imperceptiblemente, implacable y nos agota. Podemos caer en la rutina
sin novedad, en los modos y maneras propias que nos hacen ‘ser así’ como ‘el
mundo[1]’; puede atentar contra el modo de proceder (imponiéndose bajo
nuestros propios y limitados modos de proceder); afectar el objetivo que se
espera en los sujetos y que está enmarcado en la etapa a vivenciar, la
fraternidad, la espiritualidad,el liderazgo y el servicio bajo la apariencia de un mediocre
‘cumplir’…
Palabras más palabras menos, ese tiempo puede llegar a ser el
caldo de cultivo del ‘malo’ (Mal Espíritu) que habita en la realidad, en el
cada día, en los otros y también en mí…
Kairós
A Dios gracias, contamos con un elemento que trasciende el tiempo
cronológico que circunscribimos a ciclos que se repiten en una espiral sin fin
(como sostenía Heráclito). Ese elemento es la acción de Dios, en Jesús,
interpelada continuamente por su aliento (Buen Espíritu). Vale la pena aclarar que a los dos
(“Bueno y Malo”, en tanto Espíritus, los coloco en mayúsculas porque ambos son
fuerzas reales, protagonistas, que se hacen sentir, y están presentes dentro y en medio de nosotros)…
Trigo y Cizaña juntos…
En estos seis meses, es deseable y apropiado que, como macreyistas, en medio de lo que hacemos y con las personas que convivimos, estemos atentos a la acción de ambos y sobre todo, a no
dejar opacar el Paso de Dios como Tiempo de Salvación (Kairós)
Ese tiempo hay que trabajarlo (gozarlo y disfrutarlo) con la
oración, la contemplación, el examen diario, la Eucaristía, la relación como
Amigos/as en el Señor , el acompañamiento personal/espiritual, … Sin este ‘trabajo
gozoso’, todas las cosas que fungen de motivación en nuestro ser como macreyistas son mentiras… Podremos estar estudiando mucho, analizando la
realidad, descifrando los códigos de esta cultura, en unos apostolados "heavys" en el barrio, etc., pero si no partimos del Espíritu que nos mueve e interpela,
estaremos enredados en una confusión que no nos hará diferenciar de otras propuestas… y dejamos de ser Buena Noticia hacia
dentro y hacia fuera…
De manera que la invitación es a estar muy atentos, porque de lo
contrario caemos en dinámicas que no nos son propias: activismo (o pasivismo)
sin ese Buen Espíritu, rencillas ocultas o explícitas, ruidos vacíos y
molestos, silencios no habitados, criticidad no asertiva y poco compasiva,
razonamientos sin corazón y corazonadas sin razón; violencia solapada en las
expresiones corporales/verbales, asperezas, acidez, dispersión, aislamientos
que denotan triste soledad/solitariedad, suspicacias y sospechas infundadas,
etc, (y de ahí hasta el infinito)…
Falencias que van in
crescendo como circulo vicioso que afecta todo hasta en las cosas más
pequeñas como el agradecimiento, el servicio, el saludo, el diálogo adulto, la
discreta caridad… Y todo esto nos hace perder el tono (conspira en contra y
propicia una hostilidad pasiva), la imposibilidad de crecimiento constructivo
tanto en lo personal, comunitario y misional…
Metanoia
Con la Fiesta de la Conversión de San Pablo, se nos estaba
proponiendo ‘calentar los motores’ de cara a la proximidad de la Cuaresma
(tiempo de conversión). como macreyistas, jovenes de iglesia podemos caer en la tentación de dejar esas cosas para los demás, para el pueblo
llano, para el cristiano/católico de a pie… de manera que lo que este tiempo
implica, está así como ‘superado’ por otro nivel de fe (¿?)… en este sentido
nos separamos (= fariseísmo) quizás, de nuestros orígenes en el mundo de la
misma… la confesión sacramental, el ayuno, la penitencia, las obras de
misericordia, etc., nos pueden llegar a ser irrelevantes…
No se quiere decir que ‘haciendo cosas/prácticas
religiosas’ sean criterio de fidelidad y madurez religiosas… Sabemos que son
medios para… sin embargo, no excluyen una vida de fe que es parte del
seguimiento que como cristianos consagrados tenemos de cara a la Iglesia (y la
eclesialidad) que es Madre y Maestra...
¿y cómo entramos/asumimos esta dinámica?
A menudo religiosamente expresamos, para equis o ye situación, que
estamos necesitados de conversión. Requerimos de una cambio de vida, un nuevo
modo de ver las cosas, una nueva actitud, una nueva manera de aproximación… Se
afirma que este término (metanoia) a secas implica un ‘rehacer’ algo que no
estuvo bien hecho o bien dicho, para iniciarlo de otra manera (a mejor); otra
acepción, más ‘espiritualista’ tiene que ver con ‘cambio de vida’
(transformación, dejar de ser/hacer para ser/hacer otra cosa que me acerque más
a Dios… Según algunos, bíblicamente, metanoia es un ‘detenerse y volverse’ para
retomar el camino. Esta visión me gusta más porque tiene que ver con nuestra
condición como miembros de una espiritualidad Legariana - Ignaciana.
No significa que hayamos errado el camino ni que estemos perdidos,
al contrario, aunque no nos hace daño retomar el amor primero en el curso de
lo que vamos viviendo[2]… Por ello es la manera más
idónea, a mi modo de ver y por eso la propongo, para nuestra etapa - Puertos y Tripulantes - y acorde con
nuestro modo de proceder en el Movimiento Apostólico Cristo Rey.
Isaac Daniel Velásquez S.J
[1] "Mundo en la concepción ‘juánica’ que aquí quiere decir ‘sistema
de cosas’, cultura vigente, los instaurado y aceptado por todos como ‘normal’,
pero que va contra la lógica del Reino de Dios." Veramendi S.J
[2] Jesús no trajo la paz
sino la guerra, división y fuego (Mt 10, 34-36; Lc 12, 49-53) como propuesta
del Reino… Ello desestabiliza, confunde, invita a tomar postura… quizás quiere
decir, reinterpretando a Alberto Hurtado y retomado en la CG XXXV de los SJ “Un Fuego que
enciende otros fuegos".
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