PENSAMIENTO DE D. PEDRO LEGARIA:
“Amar a Dios y a nuestros prójimos, procuremos conducirnos con ellos con toda corrección, que vean en nosotros el amor y el respeto que se merecen”
1.
Lectura evangélica: Lc 5,1-11
Monición al Evangelio:
Jesús nos invita a introducirnos en el mar
adentro del Evangelio, dejarlo todo y responder con prontitud, en lo cotidiano
de la vida, a este llamado.
Comentario:
Ya desde el
comienzo de su ministerio, Jesús echó mano de socios que le ayudaran a extender
el Reino de Dios. "Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su
hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando la red". ¿Pasó de
manera casual Jesús por aquel trozo de playa, o fue una elección deliberada?
Dios se sirve de causas ordinarias, pero también busca situaciones. Lo
importante es que la mirada de Jesús se detuvo en los dos hermanos. También Jesús
pasa junto a mí, junto a ti…en medio de nuestras ocupaciones ordinarias, nos
mira con ternura y nos llama por nuestro nombre. Y cada día pasa de nuevo a
nuestro lado. ¿Soy sensible a este encuentro? Jesús dijo a Simón: "Rema
mar adentro y echa las redes para pescar.
Apoyados en estas experiencias, hemos de seguir fiándonos de Jesús,
cuando nos invita a remar en el mar adentro de la vida y esperar la redada. Él
pide nuestro esfuerzo, la abundancia es suya como también lo es el inmenso mar.
La primera virtud que revela Simón, el pescador, es la obediencia. Podía
haberle dicho a Jesús: "Tú entenderás mucho sobre el Reino de Dios, pero
aquí el experto en pesca soy yo". Pero obedece: "Por tu palabra
echaré la red". Al comienzo de la nueva etapa de Jesús resucitado, Pedro
también obedecerá a la sugerencia: "Echa la red a la derecha y encontrarás
peces…".
Con la
obediencia y la humildad, Pedro ya se está preparando para la llamada. Por eso,
"Jesús dijo a Simón: - No temas, desde ahora serás pescador de hombres".
Marcos añade un "Vengan conmigo", que completa el triple elemento de
la vocación apostólica: la iniciativa de Jesús, es para estar con Él, y desde
esa experiencia de vida, convocar a otros para esta oferta de opción cristiana,
entre otras.
Lucas 5: 1 - 11 | |
1 | Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, |
2 | cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. |
3 | Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. |
4 | Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.» |
5 | Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.» |
6 | Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. |
7 | Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. |
8 | Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» |
9 | Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. |
10 | Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.» |
11 | Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron. |
0 comentarios:
Publicar un comentario